Dos jóvenes nudistas conducen hasta un increíble lugar apartado al pie de una pequeña montaña. El sol brilla en sus pollas expuestas y la idea de un polvo al aire libre les pone cachondos. Están muy bien construidos y también colgados. Una es rubia, la otra es morena. Suben a unas cuantas rocas y se detienen un momento para chuparse la polla. El placer es intenso! Más arriba en la montaña se encuentran con una mina abandonada, un lugar perfecto donde el chico oscuro se va a rendir totalmente a su amigo rubio, chupándole ávidamente antes de dejarle entrar en su pequeño y estrecho agujero... ¡Una gran cogida al aire libre!