Un joven matón británico se da a la fuga. Dos gánsteres de la mafia italiana le persiguen. Finalmente lo atrapan y el jefe de la mafia decide encargarse él mismo de su captura. El pobre tipo es atado, tocado, abofeteado e invitado a chupar la polla de su sexy interrogador y castigador. Aunque le duele al principio el rubio parece disfrutar del uso y el jefe de la mafia lo sabe. Le da la vuelta para abrir su apretado agujero. Uno, dos y tres dedos en su culo para asegurarse de que su gran polla se desliza fácilmente.