Se ven en la calle. Una o dos miradas y ambos saben lo que está pasando. Uno es rubio, liso, increíblemente guapo y muy bien equipado. El otro es musculoso, barba sexy, ojos descarados y náuseas por la polla. No hay tiempo que perder, ¡hagamos que el semen fluya! CRISTIANO WILDE Y SYLVAIN LYK