Este joven de buena familia siempre ha respetado la autoridad. Y tienes que decir la verdad, a él le gustan los chicos mayores. Cuando comenzó a trabajar en esta nueva compañía, inmediatamente le mostró al jefe. Un hombre casado, respetable y justo. Desde ese día, el pequeño sueña con someterse a la autoridad de su jefe, estar a su merced, ser follado con un consolador por él. En dos palabras, ser su putita.