Alex vio a un tipo que le gustaba en el metro. Le dio unas cuantas miradas y funcionó. El tipo estaba interesado y le pidió que lo siguiera. Pensó que lo iba a llevar a su casa. En cambio, lo lleva a un sótano sucio y comienza a abofetearlo. Le escupe en la cara y le azota el culito. Alex pronto se da cuenta de que está a punto de convertirse en su esclavo sexual, ¡pero es demasiado tarde para sentir pena!