Fue arrestado, terminó en prisión y fue allí donde comenzó su nueva vida. Antes de hacerlo solo en su cabeza, era xxxxento, pasaba su tiempo rellenando coños. En la cárcel, entendió que podría no sobrevivir mucho tiempo si no tuviera un protector. Y él sabe cómo funciona: cuando un hombre fuerte te protege, tienes que hacerle un favor. Esto implica vaciar sus bolas regularmente. El protector era genial con él: al principio solo lo usaba para mamada. Ahora él quiere más. Y cuanto más se somete, más le encanta al ex heterosexual. La prisión le habrá enseñado obediencia.